domingo, 12 de septiembre de 2010

LA CODICIA. UNA PATADA AL DÉCIMO



La Iglesia nos dice que la codicia es pecado, pero ésta en su afán desmesurado de riqueza expolia las propiedades de sus prójimos enriqueciéndose con su rapiña secular y puenteando sus propios mandamientos.

 
Codicia sagrada

Desde que la religión cristiana fue elevada por Constantino el Grande a religión de estado, la acumulación de riquezas fue una y no la menor de sus preocupaciones, puesto que todo pertenecía a dios, todo era de ellos, sus representantes en este mundo. Empezaron apoderándose de los bienes de los paganos, templos, academias y residencias de los que no aceptaban su religión, tenían el estado detrás para apoyarles, y desde entonces hasta nuestros días han seguido teniéndolo, sobre todo en España, jardín del Edén para los hombres de negro.

El apoderarse de los bienes terrenales es una constante en esta religión, uno de los principales robos y engaños fue el del Vaticano. La colina, así llamada, fue en tiempos del Imperio Romano sede de adivinos, vaticinar-vaticano, a lo largo de la historia fue ocupada por templos, coliseos y tumbas, así se dice que allí reposa San Pedro, otro engaño, este apóstol nunca estuvo en Roma. Por fin este terreno se convirtió en la sede del papa y para que no se dudara de que les pertenecía los jerarcas falsificaron un documento en los que el gran Constantino donaba este territorio a la Iglesia. Más tarde, un rey francés, Pepino, apoyándose también en el susodicho documento, donó los territorios que constituyeron los estados pontificales al papado con la condición de que reconociera su dinastía como legítima, en sustitución de los merovingios a los que la Iglesia aborrecía.

La falsificación del documento atribuido a Constantino se conoce como la mayor falsificación  de la historia. El documento fue escrito en el año 750, el donador vivió en el siglo IV, su autor es desconocido. El descubrimiento del engaño durante el Renacimiento llevó a deslegitimar la posesión de los Estados Pontificios, fruto de una mentira que llevó a robar vastos territorios a sus legítimos poseedores, el pueblo italiano. En el siglo pasado el Estado Vaticano fue entregado al papa por Mussolini, su origen es tan fascista como el origen de la actual monarquía Española que fue impuesta por Franco.

La iglesia siguió acumulando posesiones, unas veces eran los reyes que les daban terrenos y edificios para así hacer perdonar sus pecados, también lo hacían los nobles para evitar ser excomulgados por sus muchos delitos, medio de presión y coacción que ha llegado hasta nuestros días, véase las amenazas contra los que votaron la ley del aborto. La captación de herencias fue una fuente de riqueza enorme,  desde tiempos remotos, cuando los herederos legítimos de cualquier fortuna veían aparecer una sotana a la cabecera de un moribundo, se ponían a temblar, la codicia de los hombres de dios era superior a la suya, y ellos prometían el cielo a cambio de buenos cuartos Los jesuitas eran especialistas en estas lides, después fueron sustituidos por el Opus Dei, que siguió así atesorando riqueza. Las noticia de ancianos en asilos que antes de morir dejan sus bienes al cura se suceden, se trata de presiones sobre gente vulnerable y varios casos han llegado a los tribunales.

Un método que también les proporcionó pingues beneficios fue la denuncia a la Inquisicion de los que tenían bienes que ellos codiciaban, los propietarios eran quemados y los bienes pasaban a la Iglesia. Si eran ciudadanos los que denunciaban a los malditos herejes, los bienes se los repartían entre la Iglesia y los denunciantes. No olvidemos que este método no caducó, recordemos las denuncias a republicanos y los crímenes llevados contra ellos por la codicia, por apoderarse de sus bienes. Esta fue una práctica patentada aquí y que después fue empleada por el fascismo europeo para robar a los judíos,  éstos han conseguido recuperar algunos de sus bienes, aquí seguimos esperando.

Durante la regencia de Maria Cristina se puso en marcha lo que se llamó la desamortización de Mendizábal, se trataba de retirar a la Iglesia y a los terratenientes parte de sus posesiones, que eran mano muerta y no generaban riqueza. Desde tiempos de Carlos III ya se hizo alguna intentona en este sentido, la idea de los liberales de esa época era la de crear una clase media que modernizara el país, cosa a la que la España negra se oponía. La Iglesia perdió algunos de sus bienes y desde entonces trata de terminar con este agravio apoderándose de todo lo que puede y ningún gobierno parece capaz de poner freno a su codicia.

Hace tres años salió a la luz  un escándalo monumental, se trata de que la Iglesia esta poniendo a su nombre todos los lugares de culto, cosa que antes no podía. Estos bienes no estaban registrados ya que sus propietarios eran pueblos y ayuntamientos, pues bien, en 1998 Aznar promulgó la Ley de hipotecas contra la que están luchando diferentes ayuntamientos, como ejemplo exponemos el comienzo de la resolución del Ayuntamiento de Burlata

Defensa del carácter público de los edificios religiosos y otras propiedades de los pueblos de Navarra

Noviembre, 2007

Acuerdo de este Ayuntamiento:

Consideraciones: 

A.- En fechas recientes, este Ayuntamiento ha tenido noticia de la inscripción en el Registro de la Propiedad, por parte de la Iglesia Católica, a través de su Diócesis, de uno o varios edificios religiosos de esta localidad acogiéndose a los artículos 206 y 207 de la Ley Hipotecaria. Así mismo, hemos sabido que esto es algo general en toda Navarra, contándose por centenares las inscripciones de parroquias y ermitas realizadas estos últimos años, (a raíz de la supresión en 1998 del artículo 5 del Reglamento Hipotecario que impedía el registro de los lugares de culto), así como de casas parroquiales, atrios, cementerios y otros bienes construidos o adquiridos y mantenidos por los pueblos, que hasta ahora estaban sin inscribir a nombre de ningún titular.

Pronto se dieron cuenta de que los robos se extendían a toda Navarra, una asociación de Tafalla batalla para denunciar este estado de cosas, deseemos que se formen otras asociaciones que vigilen estos actos de codicia sagrada porque el fenómeno se extiende a todo el estado español. En Albacete el obispado puso a su nombre el cementerio, lo vendió a un promotor y cuando los familares de los difuntos se dieron cuenta, los huesos de sus seres queridos habían ido a parar a la descarga pública. En todas partes se empieza a pedir que este expolio cese. Los conventos e iglesias venden sus obras de arte, que deberían pertener a nuestro patrimonio, a coleccionistas o en pública subasta, siguiendo en esto el ejemplo Real.

Las catedrales les pertenecen y ahora no se puede visitar la catedral de Barcelona fuera de horas de misa sin pagar y sin ir bien cubierta, aunque digas que vas a rezar, hay unos vigilantes que te echan, al revés de lo que, según dicen los católicos, pasó en el Templo, Jesús tirando fuera a los comerciantes, hoy día son los acaparadores de riqueza quienes te expulsan en nombre de dios.

La codicia de la Iglesia sigue estando de actualidad, el concordato vigente desde hace 30 años sigue echando nuestros millones a las fauces de esta institución insaciable, y ningún gobierno se atreve a cortar esta sangría, que tan cara nos cuesta. El Estado financia las actividades docentes y de culto con 6.000 millones de euros cada año, y dedica 600 millones a pagar los profesores de religión, escogidos por los obispos y que modelan las mentes de nuestros hijos en la moral hipócrita de esta secta.

La declaración de la renta proporcionó a los hombres de negro 241 millones, la cruz que la Iglesia pide cada año que se señale, pero este dinero que se les da directamente de nuestros impuestos se resta de otras actividades, que podrían hacerse si se contara con los ingresos que se embolsa la Iglesia, es decir, que esos millones no los pagan sólo los que marcan la casilla, los pagamos todos.

También hay que sumar a los millones que recibe lo que gasta el estado en el mantenimiento de sus iglesias y monumentos, que si son propiedad de la Iglesia, como pretenden, deberían pagar de su bolsillo, pero no es así lo pagamos todos aunque no seamos creyentes.

Se puede señalar también que la Iglesia es un verdadero paraíso fiscal, no sólo por medio del banco vaticano por el que transita toda clase de dinero negro, como se vió en un reciente escándalo bancario en Sicilia. Mafia, dinero vaticano, todo sigue mezclado, sino también porque está exenta de pagar el IVA, o sea, no paga ningún impuesto y aunque ha habido protestas de la UE, todo sigue igual, el dinero que acogen a sagrado no se toca.

Esperamos la visita del papa, el turismo del pontífice nos va a costar caro, en Inglaterra donde está a punto de aterrizar ya empiezan las protestas por el gasto que esto supone para un país en crisis. Allí la Iglesia ha decretado que las misas de su santidad no serán gratuitas, también habrá que pagar por asistir a la beatificación de un santo. Aquí también, en Andalucía, se pagará por otra beatificación, codicia que no cesa. 4 millones en Galicia por la visita a Santiago, 60 en Madrid para el año que viene y en Barcelona ni se sabe, tienen miedo de decirlo. Todo eso con nuestro dinero que debería estar mejor empleado para aliviar los resultados de una crisis querida por el capitalismo del cual la Iglesia es uno de los principales pilares, sin ella  sería mas fácil luchar contra el régimen que nos explota, por todo esto alzamos nuestra voz: ¡Stop Papa!

2 comentarios:

  1. La meva pregunta és, s'ha organitzat algo per la visita del desgraciat a Barcelona? perquè escolto moltes veus però cap diu res concret...

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  2. nosaltres tampoc no sabem cap coses, semble que hi ha moltes gent que volen fer algo, uns quants dies abans...
    estem en girona.
    salut

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